EQUILIBRIO NUTRITIVO

Este concepto está relacionado al hecho de que el caballo exige un determinado nivel de nutrientes de acuerdo al tipo e intensidad de trabajo que esté efectuando. Obviamente, las menores exigencias se producen cuando el animal no trabaja. El reposo o descanso sólo necesita niveles de mantención; para lo cual, el pastoreo exclusivo o un heno promedio son suficientes. El trabajo, cuando cambia de liviano a semipesado o pesado, aumenta marcadamente las exigencias, siendo necesario incorporar concentradoS. Es aquí donde comúnmente se producen estos cambios de exigencias, debe procederse al reajuste de las dietas, considerando el valor nutritivo de los alimentos en uso y los requerimientos del animal según actividad. (Usar tablas del NRC) Al cambiar las demandas nutritivas, se tendrá precaución de efectuar un aumento paulatino en la cantidad de la dieta; cantidad que debe, de preferencia, expresarse más como peso en kilos de alimento, que como volumen. Ello, dado que según el estado del alimento (molido, chancado o entero, como es el caso de los granos), variará su volumen. Es particularmente, al agregar concentrados o granos aislados, cuando existe la mayor posibilidad de alteraciones digestivas; más aún cuando se intercalan períodos de descanso sin disminuir la cantidad ni la riqueza nutritiva de la dieta. En tales circunstancias, el caballo muestra sensibilidad a las alteraciones de tipo congestivo (infosura, mioglobinuria, paraxística, cólicos, sobrecargas digestivas), al permitir que por un manejo inadecuado de las dietas, se altere la motilidad intestinal, el microbismo y las secreciones, generando derivados tóxicos que producen los trastornos señalados.

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